Ejercicios espirituales (filosofía antigua)
Los ejercicios espirituales fueron en la Antigüedad prácticas regulares —tanto de orden físico (régimen alimenticio), discursivo (diálogo, meditación) o intuitivo (contemplación)— dedicadas a convertir la propia vida en un camino progresivo de mejora en vistas del ideal del sabio y la vida virtuosa. Este recorrido de transformación se presentaba como una crítica a la forma de vida ya dada por la convención social, buscando invertir los valores predominantes (riquezas, honores, placeres) por otros propuestos como preferibles para la vida (virtud, contemplación, simplicidad vital).